Esta mañana hemos tenido conocimiento de que el Tribunal Supremo no ha admitido a trámite el primer recurso interpuesto por el Ayuntamiento de Hondarribia contra la anulación del plan general. Esto anula definitivamente la decisión adoptada únicamente con los votos del PNV en aquel pleno de 2017.
Aunque la resolución del Supremo es del viernes pasado, el gobierno municipal no nos ha informado de ello. Hoy mismo hemos tenido junta de portavoces y el alcalde Txomin Sagarzazu no nos ha dicho nada. Luego nos hemos enterado, por otras vías. Esto demuestra cuál es la transparencia del gobierno municipal, y qué clase de personas gobiernan en Hondarribia.
Sabíamos que iba a pasar. Les avisamos antes de votar el plan en 2017. Les avisamos cuando el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tomó la decisión. Y les hemos avisado antes de interponer cada uno de los recursos. Sin embargo, han continuado por un callejón sin salida hasta chocar contra la pared.
Les advertimos de las consecuencias, y las consecuencias serán terribles. La cabezonería del alcalde y del PNV nos ha retrotraído al siglo XX. El trabajo realizado durante más de diez años, que costó más de 800.000 euros, todo ello se ha perdido porque el PNV no ha querido escuchar los avisos de la oposición.
Hoy se ha confirmado la peor noticia que puede recibir un ayuntamiento, y los únicos responsables son el alcalde Txomin Sagarzazu y el PNV.