Antes de nada, nos gustaría aplaudir la actitud de las y los hondarribiarras, que han vivido las fiestas de manera ejemplar, a pesar de que el gobierno municipal decidió no habilitar los puntos de información y prevención.
Lo único que ha hecho el gobierno municipal es sacar a la policía a la calle. Salvo las celebraciones religiosas, el PNV suspendió el resto de actos, dando el golpe de gracia al sector cultural. El de Hondarribia fue el último ayuntamiento en programar actividades culturales, y ha sido el primero en dejar de hacerlo. A pesar de que se ha demostrado que las actividades culturales son espacios seguros, han suspendido la programación completa, dejando que toda la responsabilidad de las ‘no-fiestas’ recayera en la población.
Así, poco era lo que tenía que hacer el gobierno. A pesar de ello, y a pesar del ofrecimiento de colaboración por parte del resto de grupos municipales, el alcalde no ha hecho otra cosa que improvisar, día sí y día también. Prueba de ello es que no haya habido texto consensuado, o lo que pasó en la renovación del voto, que hasta el último momento no supimos cómo iba a celebrarse.
Sobre el Alarde
Abotsanitz recibió con pena la decisión de Alarde Fundazioa de no participar en la renovación del voto, porque ha causado mayor división de la que ya había. Alarde Fundazioa organizó una acto “privado e íntimo”, pero en la convocatoria afirmaron hacerlo en “representación del pueblo”. La representación del pueblo la ostenta la Corporación formada por las 17 concejalías, nadie más, y es esa Corporación la que ha celebrado la renovación del voto, como cada año.
Lo que ha pasado es culpa, en gran parte, de la falta de determinación del alcalde. Este año, debido a la crisis sanitaria, las y los habitantes de Hondarribia hemos compartido una mismo sentimiento, un mismo vacío: han sido unas fiestas sin Alarde. Aún así, la debilidad demostrada por parte del gobierno municipal ha traído que, incluso sin Alarde, no ha dejado de haber conflicto.
Ya es hora de que el gobierno municipal de el paso y se muestre firme. Si eso ocurre, nos tendrán a su lado para ofrecerle toda nuestra ayuda.