A los dos meses de permitir el cierre de la carretera de Zaldunborda la arquitecta municipal se da cuenta de que el camino alternativo no es seguro
La noticia demuestra la falta total de control público sobre lo que está ocurriendo en Zaldunborda. El 19 de diciembre el alcalde de Hondarribia Txomin Sagarzazu, con el informe favorable de la arquitecta municipal, concedió permiso a Higertoki para cerrar la carretera de Zaldunborda, de cara a realizar el sellado del terreno contaminado sobre el que se levantaría el megaoutlet. En la licencia, se acepta como camino alternativo para los usuarios el propuesto por Higertoki.
A los pocos días se registra en el ayuntamiento el escrito de un vecino, que comunica que el camino alternativo se encuentra en muy mal estado. Recibido el escrito, los técnicos municipales visitaron el lugar y pudieron constatar que, en efecto, no es ni mucho menos una alternativa segura.
Así pues, el alcalde ha tenido que dar marcha atrás. A través de un decreto del 20 de febrero, advierte a la empresa de que antes de cerrar la carretera tendrá que adecuar el camino alternativo “de forma que se garantice la seguridad de los usuarios, así como el paso de vehículos de emergencias (ambulancias, bomberos, etc)”.
Las fotografías tomadas esta misma mañana demuestran que el camino elegido por Higertoki como alternativa es cuando menos peligroso. Entonces, ¿cómo es posible que se dé por bueno? ¿Acaso no se realizó visita técnica antes de conceder la licencia? Y, ¿qué habría ocurrido si la persona que presentó el escrito no lo hubiera hecho?