Un elefante inmóvil, eso es para la mayoría de sus habitantes el Ayuntamiento de Hondarribia. Un elefante que no responde a las demandas de la ciudadanía, que no es capaz de cumplir los objetivos que se plantea cada año, que ni siquiera hace intención de cumplir la plantilla de trabajadores, que no presta la atención necesaria al mantenimiento de las infraestructuras públicas, que tiene enormes carencias en servicios públicos, que mantiene cerradas las puertas del Ayuntamiento y de otros edificios municipales.
Abotsanitz ha lanzado la campaña Mugi Dezagun Elefantea! (¡Movamos el elefante!). En los próximos meses, vamos a demostrar que se pueden hacer cosas: que se puede plantear un desarrollo urbanístico equilibrado, que se puede formar un equipo de personal estable, que es posible escuchar y responder a las demandas de la ciudadanía, que se pueden llevar a cabo proyectos, que se pueden poner en marcha inversiones estratégicas a largo plazo,
que mediante el cuidado y mantenimiento efectivo del equipamiento urbano se puede garantizar la movilidad, que se pueden ofrecer los servicios públicos que los habitantes pagan a través de los impuestos…
Haciendo propuestas área por área, a lo largo del año mostraremos que el elefante se puede mover. Pero para eso es indispensable hacer las cosas de otra manera. Fijando prioridades, planificando proyectos, consensuándolos con ciudadanos, agentes y partidos políticos, llevando a cabo los trámites necesarios con los técnicos municipales, y, por último, ejecutando.
En primer lugar, la vivienda
Las próximas semanas trabajaremos el área de la vivienda. Es un tema con muchas aristas, y queremos fijarnos en todas ellas. Haremos propuestas para satisfacer las necesidades de toda la ciudadanía, es decir, reivindicaremos una política de vivienda que tenga en cuenta las diferentes necesidades de la población de Hondarribia.
Demostraremos que lo que se hace en otros pueblos y ciudades también se puede hacer aquí. Porque también en Hondarribia la vivienda es un derecho de sus habitantes.
Por todo ello, porque queremos vivir en Hondarribia, mugi dezagun elefantea!